Cultivos energéticos, ¿es el momento?
La energía es una utilidad muy buscada, ya que la utilizamos en nuestra vida cotidiana. Cuando manejamos nuestros autos para ir a trabajar, cuando usamos nuestras computadoras y aparatos, y cuando calentamos nuestras casas. Por eso es muy importante para nosotros crear energía y electricidad. La fuente de energía más común que utilizamos hoy en día son los combustibles fósiles. El problema con el uso de combustibles fósiles es que no son renovables, y finalmente se agotan. Una solución a este problema son los cultivos energéticos.
Los cultivos energéticos son plantas que se cultivan para que puedan convertirse en biomasa y crear energía. Los cultivos energéticos pueden provenir de cualquier tipo de planta, siempre y cuando sea una planta. Incluso si se trata de una planta marina, si se planta para crear energía se considera un cultivo energético.
Los principales productos que se elaboran a partir de los cultivos energéticos son el bioetanol, el biodiésel y los pellets de biomasa, que pueden utilizarse para quemar y generar calor. Todos ellos pueden ser utilizados para crear energía y electricidad.
El bioetanol se crea fermentando biomasa en carbohidratos como el maíz para crear alcohol de etanol. Esto se puede utilizar para el combustible en los coches. Es mucho más limpio que el diesel y también es mucho más barato. El biodiesel se crea a partir de grasas animales y aceites vegetales y puede utilizarse como combustible para vehículos. Los gránulos de biomasa se pueden utilizar para quemar y en las chimeneas para calentar los hogares.
Existen diferentes tipos de cultivos energéticos, dependiendo de la especie del cultivo. Las plantas con mucha azúcar como la remolacha y el maíz son cultivos energéticos de azúcares naturales. Estos pueden convertirse fácilmente en alcohol etílico y utilizarse como combustible. Este tipo de cultivos se cultivan generalmente en Brasil y luego se fermentan y destilan para crear alcohol etílico que se mezcla con el combustible.
Los aceites biológicos son otro tipo de cultivos energéticos. Estas están compuestas de plantas que tienen altas cantidades de aceite en las semillas y frutos. Ejemplos de aceites biológicos incluyen la palma aceitera y el girasol, estos se utilizan y los aceites se extraen de estos cultivos. El aceite puede ser utilizado para quemar para crear calor y energía directamente sin ser procesado. Sin embargo, si se añaden a otros materiales, pueden convertirse en biodiésel que puede utilizarse como combustible en los automóviles.
El monte bajo es también otro tipo de planta que se puede utilizar para la biomasa. Es un tipo de árbol, y lo bueno de ellos es que incluso después de ser cosechados, pueden volver a crecer desde sus raíces.
Los residuos procedentes de los procesos agrícolas también pueden utilizarse para crear combustibles de biomasa. Estos pueden ser utilizados para crear pellets de biomasa, para que los residuos agrícolas sean reciclados y utilizados.
Si podemos hacer uso de los cultivos y cultivarlos en todo el mundo, entonces podemos dejar fácilmente de usar combustibles fósiles y disminuir la cantidad de contaminación en la tierra. Estos cultivos también pueden ser utilizados como hábitat para animales salvajes y crearán un mejor ambiente.